Siempre estarás a mi lado

 Cuando va llegando la fecha señalada

para recordar a los seres queridos 

que ya se han ido, 

todo se engalana. 

El mundo entero quiere dedicarles un día

para recordar momentos 

que han vivido con ellos. 

Sin embargo, 

no porque se acerque la fecha

tengo que recordarte: 

yo te recuerdo siempre

y los momentos vividos contigo

se vuelven presente.

Tu recuerdo me mueve

a tener conversaciones contigo, 

a sentirte y a no perderlo en mi memoria...

aunque estés lejos, 

para mí, siempre estarás a mi lado. 

Llega el otoño

Llega el otoño 

y con él, los recuerdos: 

me veo a mí misma 

sentada en un sillón, 

leyendo

fentre al crepitar del fuego

de una vieja chimenea. 

Me veo a mí misma

mirando a través de una ventana...

y te veo a ti. 

Veo tu silueta a través del cristal, 

como si fuera ahora mismo. 

Te veo

y te recuerdo sonriendo, 

cantando, 

llamándome con aquella alegría

que hoy

yace dormida en mi memoria. 

Hoy he pensado en ti

 Hoy he pensado en ti, 

he recordado tus refranes

y las palabras que me decías

cuando querías darme consejos. 

Hoy, tus consejos, 

resuenan en mi mente

como si me los hubieses dicho ayer

y recuerdo, palabra por palabra

todos y cada uno de ellos. 

No quiero llorar cuando lo recuerdo, 

porque vuelvo a recordar tu voz

y vuelvo a ver tu pequeña silueta

además de tu gran sonrisa. 

Vuelvo a pensar en ti,

no te olvido

aunque el tiempo pase...

te recuerdo tal y como eras...

te recordaré siempre. 

Recordando a los que se fueron

 Se acerca el día

en el que recordamos a los que se fueron, 

dejando huella en nuestros corazones. 

Se acerca el día

y repasamos una y otra vez

la estela que dejaron 

a lo largo de sus caminos. 

Nosotros miramos atrás

para rememorar

nuestro pasado 

y encontrarlos a ellos

en nuestras memorias. 

Se acerca el día

y también los recuerdos más intensos, 

más luminosos, 

que nos han dejado. 

Nubes en el corazón

Desde hace algún tiempo, 

tengo nubes en el corazón: 

el sol luce tímidamente 

pero de vez en cuando, 

mi alma se nubla 

y mis ojos se llenan de lágrimas. 

No puedo dejar de llorar

cada vez que te recuerdo: 

mantengo una conversación 

contigo, en mi mente, 

despidiéndome de ti

y deseando que sigas adelante

con tu ciclo evolutivo... 

sin embargo, 

tengo nubes en el corazón

porque ya te has ido. 

Palabras grabadas

Son palabras grabadas en mi mente, 

a fuego, 

aquellas que me decías 

cuando estabas a mi lado. 

Son palabras que nunca olvido

aunque ahora permanezcan

en el susurro de mis recuerdos.

Mi cerebro rememora una a una 

todas ellas, 

rememora cada instante

que conversábamos juntas:

Frases y refranes

dichas con el corazón. 

Hoy, ya no estás conmigo,

sin embargo, 

tengo tus palabras grabadas, 

como si mi cerebro fuera una piedra, 

grabadas en relieve

para escucharlas cada vez

que el viento las acerca. 

 

Hoy he soñado contigo

Hoy he soñado contigo
y te he visto otra vez:
me sonreías
y me decías que no me preocupase,
que todo estaba bien.
Yo te respondía
que te echo de menos...
me abrazaste
y me desperté.
Hoy he soñado contigo
y mi alma lloraba
emocionada
al saberte tan cerca
y a la vez tan lejos.

Cuando miro hacia atrás

Cuando miro hacia atrás

y contemplo los años transcurridos

me doy cuenta

de los momentos de lucha y también de paz

que he vivido. 

He caminado por diferentes senderos

hasta llegar al lugar al que he llegado. 

He roto varios zapatos a lo largo de la caminata

y he aprendido diversas lecciones. 

La lección más importante ha sido

saber que, a pesar de todo,

ha valido la pena vivir esos instantes

que me han llevado de la mano

hasta el presente. 

Cuando miro hacia atrás, 

recuerdo que éramos niños

sonriendo al futuro, 

confiados, 

sin saber que algún día

nos reiríamos

de algunos momentos del pasado. 

Te recuerdo

Mirando a través de la ventana
viendo el cielo gris
te recuerdo.
Veo tu sonrisa dibujada en mi recuerdo
y veo tus ganas de vivir.
Se acerca la navidad
y ya no estás con nosotros.
Miro hacia atrás en el tiempo
y pienso en los buenos ratos que pasábamos.
Tus palabras, ya ausentes,
han quedado grabadas en mi mente...
te recuerdo:
te siento cerca a la vez que lejos
esperando
que, desde el otro lado, puedas verme.

Desde la orilla del mar

Desde la orilla del mar,

de pie, descalza, 

miro hacia el horizonte

intentando ver más allá:

mi mirada no logra alcanzar 

a ver qué hay al otro lado,

solamente las aguas azuladas

me permiten imaginarlo. 

Camino a lo largo de la playa

dejando que las olas mojen mis pies: 

el agua está fría

y siento que acaricia mis sentidos. 

Estoy con el mar como única compañía

y las olas me acompañan a cada paso que doy. 

Cierro los ojos

y recuerdo todos los momentos que hemos compartido:

sé que estás conmigo,

noto tu presencia,

pues puedo verte en mi mente. 

Desde la orilla del mar, 

de pie, descalza, 

miro al frente

soñando despierta

con volverte a ver algún día. 

Un día gris

El sol se esconde
tras una nube grisácea
mientras da paso a la tristeza
que trae un día gris.
Te echo de menos
y el eco de tu sonrisa,
todavía en mi mente,
resuena en mi corazón.
El sol se esconde,
pero la estrella que lleva tu nombre
brillará esta noche
con más fuerza que nunca
a pesar de que hoy
sea un día gris.

Tu última llamada

Sé que ya no estás

entre nosotros,

miro el móvil 

con el recuerdo grabado en mi memoria

de tu última llamada: 

hablé contigo,

te dije dónde estaba y fuiste a buscarme

para caminar juntas.

Recuerdo nuestros paseos 

por los Campos Elíseos de la ciudad...

recuerdo tu voz, tus palabras

y sobe todo, recuerdo tu sonrisa, 

aquella con la que hablabas todo el tiempo

sin parar. 

Hablabas, 

te gustaban los refranes

y las palabras, 

te gustaban aquellos momentos

en los que tomábamos juntas el café. 

Sí. Recuerdo tu última llamada... 

y tu voz...

nunca la olvidaré. 

Hoy te he vuelto a ver

Hoy he vuelto a verte
después de tantos años:
nos hemos puesto al día
de nuestras circunstancias,
nos hemos alegrado de vernos de nuevo
y nos hemos abrazado al despedirnos.
Ha sido bonito recordar viejos tiempos
que me parecen tan lejanos
y están tan cercanos a la vez.
Han pasado los años,
sin embargo no han pasado tantos
ni tan deprisa
como a veces pienso
porque aunque el tiempo haya pasado
los recuerdos perduran
en el presente.

Heridas cerradas

Un día se cerraron 

todas las heridas 

que, con el tiempo, 

se habían ido abriendo. 

Llegó un día

en que el rencor se acabó

dando paso a la indiferencia:

el pasado se quedó sumido

en el fondo

de aquel baúl de los recuerdos

que habita en el fondo de mi mente. 

Mis recuerdos

Me pierdo
entre mis recuerdos
para volver poco a poco
a la realidad.
No siento nada:
ni malestar, ni tristeza
ni alegría...
simplemente rememoro
algunos momentos
que con el tiempo
han quedado atrás
y no he querido olvidar.
Los recuerdos forman parte
de mi presente...
me han llevado de la mano
al momento actual.
Un instante que quiero guardar
también en mi recuerdo.

Recuerdos en el baúl de mi mente

Recuerdo, 

sin poder evitarlo, 

momentos de mi vida.

Algunos momentos agradables

otros, no tanto, 

momentos en que sucedieron cosas...

Quiero meterlas todas en el baúl de mi mente

y encerrar bajo llave las que me hicieron daño

olvidando

cada segundo que pasé sufriendo. 

Y quiero recordar las cosas bonitas 

que me sucedieron

y que hoy en día, 

me permiten relajarme

al recordarlas. 

Recuerdo el ayer

Recuerdo el ayer,
cuando éramos niños
y jugábamos
sin pensar en los problemas
de aquellos a quienes veíamos mayores.
¡Qué felices éramos!
Todo lo que nos preocupaba
era ganar en el juego.
Ha pasado el tiempo
y hemos dejado de ser niños...
hoy somos como aquellos adultos
que tenían sus problemas
en los que tenemos que pensar.
Recuerdo el ayer,
he viajado en el tiempo
y he sido casi tan feliz
como lo era entonces
hasta que me he despertado
y he vuelto a la realidad.