Entrada la noche

Con la oscuridad llega la noche,
la ciudad se ilumina
de los colores de la navidad
el silencio se adueña de las calles
ya desiertas
y a lo lejos,
en lo más alto se distingue el castillo iluminado.
Entrada la noche,
entre el silencio y la soledad
hay que salir a la calle...
el miedo se apodera de la gente
que camina deprisa
para dejar sus pasos atrás.
Entrada la noche
surgen las dudas
entre las blancas sábanas del lecho
y no sabemos hasta qué punto
estamos confusos
mientras consultamos con la almohada.
Por fin, llega la claridad del día
y todo parece ponerse en su lugar:
El miedo desaparece,
el bullicio vuelve a las calles
y la confusión da paso a la cordura
sin querer recordar
todo lo ocurrido
bien entrada la noche. 

Recuerdo el ayer

Recuerdo el ayer,
cuando éramos niños
y jugábamos
sin pensar en los problemas
de aquellos a quienes veíamos mayores.
¡Qué felices éramos!
Todo lo que nos preocupaba
era ganar en el juego.
Ha pasado el tiempo
y hemos dejado de ser niños...
hoy somos como aquellos adultos
que tenían sus problemas
en los que tenemos que pensar.
Recuerdo el ayer,
he viajado en el tiempo
y he sido casi tan feliz
como lo era entonces
hasta que me he despertado
y he vuelto a la realidad.

Fría noche de invierno

Los cristales tiemblan

a causa de la tormenta

que hay al otro lado de la ventana. 

Es una noche fría, de invierno,

afuera caen los copos de nieve

mientras un manto negro cubre la ciudad. 

No hay ninguna luz en la montaña,

que presume de soledad en su quietud. 

Yo estoy dentro de una pequeña cabaña,

contemplando la tormenta

desde una pequeña sala de estar,

sentada en una silla desvencijada

frente al fuego que arde en la chimenea.

Es una noche fría de invierno,

al lado de un árbol 

con adornos navideños

y sin música de villancicos

que antaño cantaban las familias

alrededor de una mesa

llena de regalos. 

Viviendo en la calle

Ves a la gente pasar por tu lado
esperando
que alguien te ayude...
pero muchos pasan cerca de ti
sin siquiera mirarte
porque estás viviendo en la calle.
Llega el frío
y no tienes ni una manta para calentarte.
Las noches son solitarias y tristes,
con el manto negro de la ciudad
te cubres con cartones...
pero un día alguien te ayuda,
te dan una oportunidad
para trabajar, para vivir
para escapar del hambre y la miseria...
es entonces cuando vuelves a empezar
y dejas por fin de vivir en la calle.

Dedicado a las personas sin un techo que las cobije. Espero que todas ellas tengan, por fin, la oportunidad que merecen de rehacer sus vidas.

Felices fiestas

Desde este blog, quiero desearos a todos y a todas unas felices fiestas y un feliz año 2016. Os recuerdo que podéis comprar los ejemplares de DIBUJANDO POEMAS en la librería Caselles (gente de Lleida); o bien a través de CASADELLIBRO.COM

Si estáis interesados en mi novela: EN BUSCA DEL MANÁ, os recuerdo que todavía podéis comprarla en AMAZON.ES. En la página de la novela os doy la referencia sobre cómo adquirirla: http://enbuscadelmana.blogspot.com

Saludos. 

Ella no es un juguete

Espera pacientemente

a que llegue su hombre

y lo tiene todo listo para él

mientras suspira

pensando que le habría ido mejor

viviendo otra vida. 

Se siente cobarde

porque no es capaz de salir

de ese círculo de violencia

en el que está sumida...

un día fue una bofetada, 

otro día, un empujón, 

otras veces ambas cosas

añadiendo más golpes a su cuerpo. 

Sale de casa con un ojo hinchado, 

no puede dejar de sentirse mal consigo misma...

pero ella no es un juguete

y un día se da cuenta

de que hay salida, 

de que ha alzado la voz para decir "basta"

y se ha ido de casa. 

No está sola, 

todos la apoyamos en su nueva vida: 

hoy es valiente para luchar por su libertad, 

por sus principios. 

Ella es una mujer herida, 

pero no está hundida

sino que ha renacido 

cual ave Fénix de sus propias cenizas...

hoy es feliz 

y sobre todo

está viva. 

Poema dedicado a las mujeres maltratadas. No a la  violencia de género. 

Caminando a través de la niebla

Camino a través de la niebla

sin saber a ciencia cierta

hacia dónde voy, 

sin saber

que algún día me esperarás

al final del sendero. 

No sé en qué punto estoy

pero sé

que al final llegaré

a buen puerto

y entenderé el porqué

de las piedras

que me habré ido encontrando

a cada paso. 

Cuando llegue al final

y me des tu mano

sabré que nada de lo que he vivido

habrá sido en vano.