Una llamada inesperada

Una llamada inesperada
me llena de tristeza
al saber que ya no estás entre nosotros.
Te fuiste,
haciendo mutis
en esta obra de teatro
que es la vida,
quizás habiendo soñado con un futuro mejor.
Pero tu presente era incierto...
No es la hora del adiós
sino la hora del hasta pronto:
tal vez volvamos a encontrarnos
en otra vida
donde quizás podrás ser enteramente feliz.

Contra el acoso

Esperan verte

para fastidiarte,

insultarte o pegarte

mientras lo graban en el móvil

para publicarlo después

o para enviarlo a los demás. 

Te duele en el alma

porque a veces

incluso el silencio 

duele más que las palabras

o los golpes. 

Sé fuerte

y no dejes que te afecte...

Solamente tú puedes cambiarlo todo:

habla con personas que sepan escucharte,

denuncia y da un golpe en la mesa

para decir "basta".

Pon tú los límites

para que no vuelva nadie

a faltarte el respeto. 

La mirada

Vamos cogidos de la mano
caminando
y de pronto:
una mirada hostil
y un silencio
cargado de reproches.
Me sueltas
y empiezo a caminar sola
por el sendero
que ambos llevamos.
Busco de nuevo tu mano
y la encuentro al poco rato.
Quiero caminar contigo,
sabiendo que nos dirigimos
hacia el mismo lugar.
Quiero que tu mirada se vuelva alegre
y el silencio desaparezca.
Finalmente
las aguas vuelven a su cauce:
Me vuelves a coger de la mano
y el reproche se marcha,
como se han marchado
esos nubarrones
que amenazaban tormenta
en nuestro camino.

Plasmando ideas

A veces intento escribir
pero no me salen las palabras:
la musa duerme
y las ideas no llegan.
Cuando la musa despierta
todo es inspiración:
me vienen las ideas
como si pasara un torbellino
en mi cabeza
formando frases
que puedo compartir.
A veces intento pararlas
para escuchar en mi mente
palabra por palabra...
pero me desbordan
de tal forma
que tengo que plasmarlas rápidamente
para que no se escapen de mi pensamiento.

¿Dónde está mi estrella?

Me cuesta creer en los milagros
a pesar de que siempre se producen.
Para unos, la vida parece fácil,
pero para otros
¡es tan difícil lograr sus sueños!
El dicho habla de perseguirlos
estén donde estén.
Yo me pregunto:
¿Dónde está mi estrella?
Quizás no he sabido encontrarla
a pesar de haber soñado
hasta mil veces con ella.

Lloro

Ya no lloro
por añorar a quienes no están a mi lado,
o quienes se fueron de mi vida
para no volver...
ya no lloro.
No derramo ni una lágrima
por todos aquellos momentos perdidos
en el espacio y en el tiempo.
Lloro por esos instantes
 no vividos junto a ti.
Lloro porque cuando nuestro tiempo haya pasado
quizás no hayamos gozado el uno del otro
como realmente queremos.

Cuando no estás

Cuando no estás

siento frío en las entrañas

y espero fervientemente

tu regreso. 

Cuando no estás

siento que no puedo compartir contigo

todos esos sentimientos

y emociones 

que me pasan por la cabeza.

Cuando no estás

no me gusta pasear sola

por las calles de la ciudad

ni compartir con los demás

palabras de aliento. 

Cuando no estás

noto tu ausencia

y cuento las horas y los minutos

esperando que regreses.