A veces intento escribir
pero no me salen las palabras:
la musa duerme
y las ideas no llegan.
Cuando la musa despierta
todo es inspiración:
me vienen las ideas
como si pasara un torbellino
en mi cabeza
formando frases
que puedo compartir.
A veces intento pararlas
para escuchar en mi mente
palabra por palabra...
pero me desbordan
de tal forma
que tengo que plasmarlas rápidamente
para que no se escapen de mi pensamiento.