Cuando miro hacia atrás
y recuerdo
los grandes momentos de mi vida,
me doy cuenta del paso inexorable del tiempo:
hago un análisis de mis recuerdos,
desde mi niñez hasta el momento presente
visualizando cada instante vivido.
Pasan por mi cabeza como una película inconexa,
plagada de lagunas
que mi cerebro ha creado
para no recordar lo que quiero olvidar...
y respiro hondo al comprobar
que he llegado hasta aquí,
viviendo realidades, sueños y esperanzas
de los cuales,
algunos sé que nunca se cumplirán
pero no me preocupa
porque sé
que en los momentos más importantes
has estado a mi lado.