No temas al futuro,
porque lo que tenga que llegar
llegará aunque no lo esperes,
aunque no lo quieras.
El pasado ya se ha ido
y todavía no te has despedido de él:
miras hacia atrás
encariñada con el recuerdo,
esperando que todo vuelva a suceder
viviendo con recelo el presente.
Ten en cuenta que el hoy
es tu mejor momento
porque es cuando puedes hacer
exactamente lo que quieres.
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