El viaje

Espero en la estación

al tren que va a llevarme

a mi destino: 

no sé cuales son los caminos

por los que me conducirá, 

ni sé hacia donde voy...

pero sé

que mientras pueda subirme a un tren,

aunque sea en marcha,

llegaré a ese lugar especial

al que hace tanto tiempo

he querido ir. 

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Emociones

Con ganas de vivir,
haciendo lo que se supone
se debe hacer,
siempre hacia adelante,
sintiendo un sinfín de emociones
que habitan en el fondo de mi corazón
y que afloran a la superficie,
imaginando
que muchas de ellas
son tan reales
como las vividas en primera persona.
Emociones intensas,
mías y de otras personas
que comparten sus vivencias.
Emociones que no dejan paso al llanto
ni tampoco al olvido.

Mis recuerdos

Me pierdo
entre mis recuerdos
para volver poco a poco
a la realidad.
No siento nada:
ni malestar, ni tristeza
ni alegría...
simplemente rememoro
algunos momentos
que con el tiempo
han quedado atrás
y no he querido olvidar.
Los recuerdos forman parte
de mi presente...
me han llevado de la mano
al momento actual.
Un instante que quiero guardar
también en mi recuerdo.

Recuerdos en el baúl de mi mente

Recuerdo, 

sin poder evitarlo, 

momentos de mi vida.

Algunos momentos agradables

otros, no tanto, 

momentos en que sucedieron cosas...

Quiero meterlas todas en el baúl de mi mente

y encerrar bajo llave las que me hicieron daño

olvidando

cada segundo que pasé sufriendo. 

Y quiero recordar las cosas bonitas 

que me sucedieron

y que hoy en día, 

me permiten relajarme

al recordarlas. 

Corazón roto

Mi corazón se rompió

en mil pedazos

cuando alguien me falló: 

no encontraba la paz

y todo era triste

hasta que poco a poco

los trozos se fueron recomponiendo

y se arregló para dar paso 

nuevamente a la alegría y a la esperanza. 

Fue un corazón roto

como miles de corazones 

hechos añicos

en diferentes partes del mundo. 

Una llamada inesperada

Una llamada inesperada
me llena de tristeza
al saber que ya no estás entre nosotros.
Te fuiste,
haciendo mutis
en esta obra de teatro
que es la vida,
quizás habiendo soñado con un futuro mejor.
Pero tu presente era incierto...
No es la hora del adiós
sino la hora del hasta pronto:
tal vez volvamos a encontrarnos
en otra vida
donde quizás podrás ser enteramente feliz.