El momento del café

Llega el momento del café
y me siento relajada:
estoy entre amigas,
hablando de nuestras cosas
y sonriendo a la vida
mientras las palabras buscan
ser escuchadas
y ser comprendidas.
son unos minutos
de la mejor terapia
para compartir
esos segundos que se hacen cortos
cuando, juntas, tomamos el café.

Sin quererlo

Sin quererlo,

escucho una voz en mi interior

que proviene del pasado: 

es la tuya. 

Son tus palabras,

aquellos consejos que me dabas. 

Sin quererlo,

el día de mañana ha llegado

y las preocupaciones de las que me hablabas. 

Sin quererlo, 

el tiempo ha pasado, 

las agujas del reloj 

han dado mil vueltas

y hemos llegado

a este presente. 

El momento de empezar de nuevo

Todo tiene su momento:

hoy ha llegado el día 

en que miro el momento actual

y me siento en el punto exacto

en el que quiero estar.

Todas las cosas están en su lugar, 

mientras la vida va pasando

y me centro en el camino, 

en las subidas y bajadas, 

en las grandes rocas

y las llanuras

por donde tengo que pasar. 

He dejado atrás 

aquellos zapatos del pasado

y con esperanzas renovadas 

he seguido el sendero del futuro. 

Ahora estoy en el presente

y es el momento de empezar de nuevo. 

Hoy decimos basta

Hoy decimos basta

todas las mujeres

del mundo entero. 

Nos unimos en un mismo grito

a la igualdad.

Hoy estamos todas juntas

levantando las manos

para frenar a aquellos 

que quieren acabar

con nuestra libertad. 

Hoy decimos basta

y con nuestra voz

elevamos la esperanza

esperando

que los lamentos

se queden en el pasado.

Te echaremos de menos

Te echaremos de menos
cuando giremos la vista atrás
y te veamos, sonriendo,
en el pasado.
Te echaremos de menos
cuando alguien nos diga que te recuerda
de aquellos tiempos de nuestra juventud...
te echaremos de menos.
Pensaremos en aquellos momentos
que hemos compartido,
momentos que añoramos
y que no queremos olvidar.

Una llamada de teléfono

Pasan las horas

y espero 

una llamada de teléfono...

no suena. 

Pasan los días

y sigue sin sonar

mientras continúo esperando

esa noticia 

que tarda en llegar. 

Tengo fe: llegará. 

Pero tal vez sea tarde, 

porque yo 

ya habré dado otros pasos

que me llevarán 

a otro destino. 

Nuestro camino

Cuando miro hacia atrás

en el tiempo

y veo cómo se mueven 

las manecillas del reloj

pienso en todo lo que ha ocurrido

con el paso de los años. 

Inocentemente, ellas van marcando su ritmo

invariable, 

haciéndonos pensar en el pasado, 

en el presente y en el futuro...

La esperanza nos lleva de la mano

mientras soñamos con mejorar nuestro destino, 

porque no está escrito: 

día a día tomamos 

aquellas decisiones

que pueden cambiarlo

a pesar de lo que puedan decir las predicciones

de la numerología, las runas o el tarot. 

Nosotros cambiamos nuestra vida

con cada paso que damos

mientras un tic-tac invisible

marca nuestro camino.