El color de la esperanza

El color de la esperanza es verde claro
con matices,
con diferentes tonalidades de confianza
para conseguir nuestras metas.
El color de la esperanza
es el de tener fe en nosotros mismos.
El color de la esperanza
es la sonrisa de Pandora
al contemplar la caja abierta,
casi vacía.
El color de la esperanza
es caminar hacia el futuro
sabiendo que todo va a salir bien.
Ése es el color de la esperanza:
el que llevamos por el sendero
de la vida.

Una sonrisa fugaz

Vi tu sonrisa,
a pesar de tu seriedad y tu tristeza...
fue una sonrisa fugaz
que se apagó en un instante;
sin embargo,
tu cara se iluminó
y tus ojos me miraron alegres.
vi tu sonrisa
cuando tus manos se extendieron hacia mí
y me abrazaste,
fue entonces
cuando comprendí
que la felicidad dura un segundo
y que dura mientras estás al lado
de las personas a las que quieres.

Tu última llamada

Sé que ya no estás

entre nosotros,

miro el móvil 

con el recuerdo grabado en mi memoria

de tu última llamada: 

hablé contigo,

te dije dónde estaba y fuiste a buscarme

para caminar juntas.

Recuerdo nuestros paseos 

por los Campos Elíseos de la ciudad...

recuerdo tu voz, tus palabras

y sobe todo, recuerdo tu sonrisa, 

aquella con la que hablabas todo el tiempo

sin parar. 

Hablabas, 

te gustaban los refranes

y las palabras, 

te gustaban aquellos momentos

en los que tomábamos juntas el café. 

Sí. Recuerdo tu última llamada... 

y tu voz...

nunca la olvidaré. 

Levanto mi copa

Levanto mi copa
llena de esperanzas
por todas nosotras:
para que nuestros derechos
no sean pisoteados,
para que nuestras manos no estén atadas.
Levanto mi copa
y brindo por todas las mujeres que han luchado
para que hoy podamos ser libres
y vivir como queramos.
Levanto mi copa
y levanto la voz para decir:
hombres y mujeres somos esencialmente iguales,
formados de la misma materia.
Levanto mi copa
para decir basta a las injusticias
y para, en definitiva,
bebernos en un sorbo la vida.

Cuando llega el momento

Cuando llega el momento,

todo cambia de color: 

el gris oscuro se diluye

dando paso a un día claro y soleado. 

Cuando llega el momento esperado,

el cielo me dedica una sonrisa

desde una pequeña nube.

El sol brilla aunque esté tapado

y mis ojos bailan de alegría

porque el momento ha llegado. 

Cuando llega el momento

y la meta está ante mí

sonrío

pidiendo al universo 

que me permita disfrutar cada instante

de ese maravilloso día. 

Mi carta a los Reyes Magos

No voy a pedir regalos
a los Reyes Magos.
Les pido paz
en estos tiempos que corren,
les pido trabajo,
les pido prosperidad para todos.
les pido comprensión,
no solamente entre personas
sino también entre pueblos,
ciudades y países
que tanto la necesitamos.
No voy a pedir regalos.
Les pido que aquellas personas
que no tienen una cama sobre la que dormir
la encuentren
y puedan estar calientes y protegidos
del crudo invierno.
No voy a pedir regalos.
Les pido que aquellos que no tienen que comer
puedan hacerlo
sin que tengan que soportar largas colas
para conseguirlo.
No voy a pedir regalos.
Les pido que todos los niños tengan juguetes
con los que disfrutar .
No voy a pedir regalos,
simplemente voy a pedir que el mundo
vaya mejor.

Brillando en la oscuridad

Ha llegado la navidad:
nos hemos reunido en familia,
pero nos faltas tú.
Hemos brindado por ti,
tenemos fotos tuyas
y te recordamos,
sentimos tu presencia en la distancia
y sabemos
que tú también estás ahí,
con nosotros,
brindando por el nuevo año
que pronto vamos a comenzar.
Quiero levantar mi copa
y llenarla de recuerdos
mirando al cielo
para verte brillar en la oscuridad
de la noche,
quiero brindarte mis mejores momentos
para sentirte cerca.
Quiero recordarte siempre,
cerrar los ojos
y ver el eco de tu dulce sonrisa.
Quiero darte un abrazo
y notar tu esencia
a través de la llama encendida
de una vela blanca.
Miro hacia arriba
y mientras veo las estrellas,
te veo a ti,
brillando en la oscuridad.