Mirando a través de la ventana
viendo el cielo gris
te recuerdo.
Veo tu sonrisa dibujada en mi recuerdo
y veo tus ganas de vivir.
Se acerca la navidad
y ya no estás con nosotros.
Miro hacia atrás en el tiempo
y pienso en los buenos ratos que pasábamos.
Tus palabras, ya ausentes,
han quedado grabadas en mi mente...
te recuerdo:
te siento cerca a la vez que lejos
esperando
que, desde el otro lado, puedas verme.
Hay momentos
en los que no estoy disponible
para el mundo:
me pierdo en mis pensamientos
y cierro las puertas de mi mente.
Son momentos
en los que necesito recargarme,
mirar dentro de mí
y buscarme a mí misma.
Cuando me encuentro
vuelvo de nuevo
al exterior
en armonía
con todo lo que me rodea.
Hay momentos
en los que me pierdo
en mi interior
para luego encontrarme de nuevo
conmigo misma.
Miro tu foto
y los recuerdos aparecen apelotonados
en mi mente:
los voy seleccionando uno a uno
para rememorar
todos los momentos
que he vivido contigo.
Un día caminábamos por los Campos Elíseos
de esta ciudad mágica
mientras hablábamos y reíamos
despreocupadas
pensando en aquel presente,
luego tomábamos café,
compartiendo aquellos momentos.
Miro tu foto
y me vienen a la memoria
todos los años
que hemos compartido.
Nunca los olvidaré.