Desde que empezó el confinamiento
no nos hemos vuelto a ver,
te echo de menos:
encuentro a faltar
aquellos momentos
en que nos tomábamos nuestro café
mientras hablábamos de nuestras cosas
y compartíamos risas.
Echo de menos
nuestros paseos al aire libre
y las confidencias.
Hablamos por teléfono
y nos vemos por videollamadas,
es verdad...
pero no es lo mismo:
echo de menos el poder darte dos besos
o darte un abrazo
cuando te sientes mal.
Me falta la cercanía de la amistad...
sin embargo
sé que esos momentos volverán,
que podremos salir a la calle
y reencontrarnos
sin el virus acechando,
sin volver a escuchar
el silencio
de las calles desiertas.