Montserrat es tu nombre

Montserrat es tu nombre
y nos proteges desde lo más alto
con tu hijo en brazos.
Morena eres, virgen negra
que me sonríe hoy y siempre.
Montserrat es tu nombre
y tu estrella brilla
en medio de la oscuridad de la noche
impregnándolo todo de luz y belleza.
Montserrat es tu nombre
y desde aquí te doy las gracias
por estar a nuestro lado
en todo momento
y protegernos
desde lo alto de tu montaña.

Desde la orilla del mar

Desde la orilla del mar,

de pie, descalza, 

miro hacia el horizonte

intentando ver más allá:

mi mirada no logra alcanzar 

a ver qué hay al otro lado,

solamente las aguas azuladas

me permiten imaginarlo. 

Camino a lo largo de la playa

dejando que las olas mojen mis pies: 

el agua está fría

y siento que acaricia mis sentidos. 

Estoy con el mar como única compañía

y las olas me acompañan a cada paso que doy. 

Cierro los ojos

y recuerdo todos los momentos que hemos compartido:

sé que estás conmigo,

noto tu presencia,

pues puedo verte en mi mente. 

Desde la orilla del mar, 

de pie, descalza, 

miro al frente

soñando despierta

con volverte a ver algún día. 

Abriéndose una puerta

Después de tantas ventanas cerradas
y tantas veces intentando llegar
a diferentes metas
por fin se abre una puerta.
Su luz ilumina el camino que debo seguir,
guiándome correctamente.
Sigo el sendero que me lleva a la meta:
no tiene piedras,
ni cuestas,
todo es camino llano, recto
y veo el final a lo lejos.
Después de tantas ventanas cerradas
se abre una puerta
cuyo resquicio me sonríe
invitándome a cruzar al otro lado
de la esperanza.

El calor de tu mirada

Recuerdo tu atenta mirada

con ojos sonrientes:

unos ojos que transmitían el calor

de tus sentimientos. 

Recuerdo los momentos

que hemos pasado. 

Recuerdo...

el calor de una mirada 

que siento en mi mente 

y en mi corazón. 

El recuerdo sigue vivo en mí

mientras cierro los ojos

para ver mejor tu rostro

y sentir 

el calor de tu mirada. 

Un día gris

El sol se esconde
tras una nube grisácea
mientras da paso a la tristeza
que trae un día gris.
Te echo de menos
y el eco de tu sonrisa,
todavía en mi mente,
resuena en mi corazón.
El sol se esconde,
pero la estrella que lleva tu nombre
brillará esta noche
con más fuerza que nunca
a pesar de que hoy
sea un día gris.

Ha pasado un año

Ha pasado un año
desde que te fuiste:
te dije adiós
y sentí
que se me partía el alma.
Han pasado los meses
y llevo tu recuerdo conmigo:
veo tu sonrisa en mi mente
y escucho tus palabras.
Ha pasado un año
y durante todo este tiempo
tu luz ha seguido brillando
en mi corazón.

Todo cambia

Todo cambia cuando el tiempo pasa,
aunque las heridas cuesten cicatrizar.
Todo cambia cuando algunas personas
se van de nuestras vidas para siempre.
todo cambia cuando la tristeza o la alegría
se apodera de nuestras almas.
Son pequeños cambios que nos transforman,
que nos llevan por senderos desconocidos
que aún tenemos que explorar.
Todo cambia cuando nos encontramos con una piedra
que tenemos que apartar para continuar caminando.
Todo cambia y nos da forma
para ayudarnos a seguir adelante.
Siempre... todo cambia.