Cuando pasa el tiempo
y los sentimientos se calman,
cuando los meses y los años
se suceden
dan paso a la esperanza.
Tal vez, el universo
nos hace un favor
separándonos de ciertas personas...
la vida misma se encarga
de llevarse ciertos trenes
a los que no tenemos que subir,
o de los que nos tenemos que bajar.
Esperaremos en el andén
hasta que el tren correcto llegue
y nos subiremos
con las personas adecuadas
que nos acompañarán
en el viaje de la vida.