Ha pasado un año y en nuestras retinas aparecen las imágenes de vuestro sufrimiento. Recordamos a todas aquellas personas, víctimas de la sinrazón, nunca vamos a olvidar vuestros nombres. Estamos a vuestro lado. Lo estamos desde el minuto cero, desde el momento en que sucedió todo: no estáis solos.
Hoy es un día para no olvidar, para ponernos en vuestra piel. Hubiera querido que aquello nunca sucediera... pero ocurrió. No acierto a pensar lo que habéis sufrido porque lo que ocurrió marcó un antes y un después en vuestras vidas: lo siento. Espero que podáis seguir adelante con vuestros proyectos, con vuestros sueños, que esto no os detenga para continuar. Estamos con vosotros.