Teníamos caracteres opuestos,
la risa del uno era el llanto del otro,
el agua de tu frialdad apagaba
el fuego de mi corazón...
Una relación difícil que no funcionaba,
ni aunque luchásemos por ella,
porque ni siquiera luchábamos
de la misma forma...
uno luchaba más que el otro.
Fue un choque de trenes
que acabó con un viaje sin retorno.
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