Nunca sabemos porqué
suceden las cosas,
nunca sabemos
porqué nos encontramos en el camino
que nos ha tocado vivir.
Elegimos nuestro destino
hasta cierto punto,
luego caminamos por la senda elegida
hasta llegar a aquello
que consideramos la meta.
Pero… ¿Dónde está la meta?
¿Está donde queremos
o donde quiere intervenir
de forma caprichosa?
Podemos seguir caminando
hasta llegar donde nos hemos propuesto,
o también
podemos conseguir un presente feliz
en vez de pensar en el devenir.
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